El termómetro de la política se va calentando cada día más conforme se acerca el final de la campaña electoral. En nuestro partido el CDUR, hemos hablado constantemente en los medios de comunicación del tema del paro juvenil. Empiezan a aparecer los primeros síntomas de hartazgo, primero con la manifestación multitudinaria aquí en Murcia y doce capitales españolas que ocurrió el domingo y segundo con la noticia del desalojo de La Puertadel Sol de 150 jóvenes, algunos menores, del colectivo “Democracia Real ya”.
Nos gustaría pensar que por fin nuestros jóvenes empiezan a tomar conciencia real de su peso y papel en el futuro del país. No es solo cosa de los políticos que queremos apoyarlos, también ellos deben dar pasos y hacerse oír de una manera clara y contudente. Esto puede ser el principio de un movimiento social juvenil en España. perplejos como se les ha ninguneado, como el paro que les afecta directamente es el más alto de Europa y sin embargo son transparentes para la clase política. Una clase política que según ellos: “es corrupta y está prostituida. Se han olvidado de sus promesas de empleo”. Están desencantados y pasan de la política. Ese es o era su principal error “pasar de todo”.
No son de derechas ni de izquierdas, no tienen una ideología concreta solo quieren un cambio de mentalidad en los políticos, renovación y cambio en la forma de hacer las cosas, menos privilegios y más cercanía al ciudadano, preocupación real e implicación en los problemas de una juventud española con la tasa de paro más alta de Europa. No más engaño ni falsas promesas.
Pero también es necesario que tomen conciencia y den un paso adelante. Este primer paso puede ser el que han dado en la Puerta del Sol y corre ya como la pólvora por el resto de España y a través de las redes sociales, su herramienta más efectiva y poderosa.
Lo que ha pasado en los países árabes, salvando las distancias, podría pasar en España. Todo tiene un límite y desde luego en el ambiente huele a crispación y parece que nuestros más jóvenes están llegando a ese límite, a una situación crítica en la que los más perjudicados son ellos, que no ven nada claro el futuro. Muchos acaban sus estudios y siguen estudiando porque simplemente no hay trabajo. Están preparados mejor que nunca, idiomas, masteres, cursos, etc.., pero cuando salen al mercado laboral, nadie les quiere dar una oportunidad porque no tienen experiencia. Con más de treinta años siguen viviendo con sus padres porque no tienen ingresos, no se pueden independizar y cuando se les ofrecen un puesto de trabajo es inferior a su categoría y con sueldos míseros. Muchos de ellos cansados ya de esperar una oportunidad se marchan del país para buscar un futuro mejor y eso desde luego no es nada positivo para el día de mañana, pues los mejores y más preparados entregan sus conocimientos a otros Estados.
COMUNICADO DE PRENSA DEL CDUR DE LAS TORRES DE COTILLAS
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